Después de la tempestad viene la calma.
Como ya te he mencionado y ya lo habrás visto dentro del blog, yo vivo en la ciudad de La Paz, en el Estado de Baja California Sur, México. Me ubico al sur a unas 2 horas de la ciudad de Cabo San Lucas y de San José del Cabo (municipio Los Cabos).

Pues el pasado 14 de Septiembre (un día antes de los festejos de la Independencia de México), nos azoto el tan ya famoso Huracán Odile. Dejándonos sin servicios (agua potable, electricidad y telefonía) durante varios días. De hecho en algunas colonias no se ha restablecido del todo (como en la mía por ejemplo).

Si, aún no cuento con electricidad ni telefonía, solo con agua potable, la cual me fue suministrada apenas este día. De hecho estoy escribiendo este artículo desde un "café Internet".

Pero esto me llevo a reflexionar. Si... A veces necesitamos hacerlo. Que mal que después de haber pasado por algún "shock" uno haga esto, pensar en lo que estamos haciendo mal.

Mis Reflexiones.

1. Me enseño que este tipo de fenómenos hidrometeorologicos son completamente impredecibles. Yo creía que con verlo en el sitio del sistema meteorológiconacional o en eebmike.com, sabía su trayectoria y de esta manera podría saber si llegaba o no. ME EQUIVOQUE. Me creí meteorólogo de Internet.

2. No hay nada mejor que estar juntos en este tipo de desastres naturales. En mi casa, se quedaron mis suegros y mi cuñado a pasar la noche. A un costado de mi domicilio, tengo la bendición de que vivan mis padres. Así que durante la contingencia estuvimos alertas y comunicándonos por medio de telefonía terrestre (que aun funcionaba) para ver cómo nos encontrábamos. Al paso del fenómeno, no hay nada mejor que ir a visitar a tus seres queridos y estrecharlos con un abrazo.

3. Debemos dar gracias a dios más seguido. Si, dar gracias por estar vivos, por aprender cosas nuevas, por poder sentir, por poder disfrutar, pero sobre todo para poder decir Gracias Dios Mío Por Haberme Protegido.

4. Porque actuar mal en momentos difíciles. Por desgracia, en el municipio de Los Cabos, hubo un momento muy desalentador y desolador. Personas entrando a tiendas departamentales realizando robos (porque no se le puede decir de otra manera) y actuando de una forma irracional. Puedo entender que por no tener alimentos, en un momento extremo lo llegues a pensar, pero a robar computadoras, televisores, licores, motocicletas y varios artículos más, es inexplicable.

5. El poder de la gente. Todos pagamos impuestos y queremos de nuestra ciudad algo excepcional por parte del gobierno. Sin embargo también nosotros como pobladores debemos de aportar nuestro grano de arena. Vi con mucha alegría como cada persona desde su hogar, levantaba sus árboles caídos, recogía la basura que había arrastrado los vientos de 250 Km/h. Además cada comercio hacía lo propio.

6. Paciencia. Debemos de tenerla en muchas cantidades después de haber pasado por un evento de este tipo. El restablecimiento de los servicios ha sido lento, pero entiendo que fue por la magnitud del Huracán Odile el que ha hecho todo esto. Hoy escuche que había tumbado más de 500 torres de abastecimiento de luz eléctrica, mas aparte postes en las calles, así que imagínate. Pero como te mencione al principio ya se está normalizando las cosas.

7. No solo de Internet vivimos. Estamos en un mundo tan globalizado, que se nos ha olvidado lo básico. ¿Qué es?, estar preparados y alertas para un fenómeno de esta naturaleza. Como a mí, muchas otras personas de mi ciudad y de mi Estado, ya no creíamos que nos iba a pegar un Huaracan tan fuerte. Habían pasado varios en esta temporada, pero siempre pasaban "costeando" sin causar daño severo. Y miren, nos pasó como el cuento del lobo...

Recuerden, nadie esta exento de los eventos de la naturaleza, pero si podemos prevenir y protegernos.

Creo que me inspire demasiado :)

Te agradezco muchísimo el que estés leyendo este artículo, pero te agradeceré mas si me dejas tu reflexión al respecto.

Te mando un gran abrazo!!

Nos vemos hasta el próximo post... Bye, bye.